Cada mujer tiene su tipo de cabello: fino, grueso, escaso o abundante…
Pero si tu cabello cambia y lo notas diferente de lo normal (delgado, débil o muerto), es necesario que lo cuides.
Sigue estos pasos y aplícalos lo más pronto posible:
1. Toma abundante agua:
Consumir por lo menos dos litros de agua por día para evitar la resequedad del cuero cabelludo. Tomar el sol con precaución y evitar el consumo de cafeína.
2. Controla el estrés:
Los periodos de alta tensión provocan graves daños al organismo, que se ven reflejados en la piel y en el cabello. La pérdida de brillo y debilidad de la fibra capilar se controlan manejando las preocupaciones con una buena respiración, ejercicio y tomando alguna que alivie las tensiones.
3. Cuidar el largo:
Si ya estás experimentando una pérdida de cabello, lo mejor es cortarlo un poco. Con un buen corte se le da volumen, se mejora su aspecto y se pueden aplicar mucho mejor los tratamientos.
4. Ganchos y colitas:
Amarrar con frecuencia la cabellera puede provocar su caída y que se quiebre. Usar accesorios suaves y que no sean muy rígidos evitan que perdamos más cabellos de lo normal.